Durante los últimos 3 años, NATIVA ha sido una de las ejecutoras del proyecto EuroClima+: Manejo y restauración de bosques en entornos productivos, junto a el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en Argentina, el Instituto Paraguayo de Tecnología Agropecuaria (IPTA) en Paraguay, y la Empresa Brasileira de Pesquisa Agropecuaria (EMBRAPA) en Brasil.
El objetivo de este gran proyecto transfronterizo era el de mejorar la resiliencia socio-ecológica de las poblaciones locales a través del fortalecimiento de dispositivos de gestión de bosques y gobernanza territorial del Gran Chaco, por lo que contaba con 3 niveles sobre los cuales trabajar: Predios, Paisajes y Gobernanza territorial.
A poco de finalizar este proyecto, rescatamos las lecciones aprendidas y la labor realizada con los productores y productoras en el Chaco tarijeño, con los cuales se trabajó de manera estrecha a pesar de los desafíos y contratiempos que tuvimos a raíz de la pandemia.
Conservar y producir es posible
Uno de los ejes de este proyecto era el de incrementar los conocimientos, capacidades y competencias de los productores en el manejo de sistemas innovadores de uso múltiple de bosques y sus beneficios socioeconómicos y ambientales.
En este sentido, se trabajó con algunos productores identificados para realizar con ellos una experiencia piloto en manejo de predios para optimizar el manejo de su ganado, a través de la implementación de silvopastura y alambrada.
Para esta experiencia, se trabajó en las propiedades de 4 pequeños ganaderos de la llanura chaqueña y en un predio comunal.
Daniel Coca
Uno de los beneficiarios fue Daniel Coca, de la filial ganadera “Colinas de Capirenda”, que accedió a hacer de su predio un lugar para experimentar métodos alternativos de manejo de ganado; en ese sentido, se alambró 7 kilómetros de su propiedad y, aprovechando la alambrada existente anteriormente en el perímetro, se realizó el apotreramiento del predio generando 3 potreros de 43, 100 y 163 hectáreas, lo que permitirá realizar la rotación de potreros para permitir la regeneración de la vegetación natural.
En el potrero de 43 hectáreas se realizó el desbajerado (quitar las malezas de un terreno) de aproximadamente 5 hectáreas donde se sembró pastura de Gattun panic y en la parcela de 163 hectáreas se realizó otro desbajerado de aproximadamente 8 hectáreas.
Por otro lado, el objetivo principal de don Daniel es incrementar la disponibilidad de alimento para su hato ganadero, por lo que se le incentivó a incorporar genética para mejorar la calidad del ganado, renovar los vientres, seleccionar las vaquillonas y, una vez establecida las condiciones, dedicarse a la producción de terneros.
Beimar Gallo
Otro beneficiario de la alambrada de su predio y de la implementación de silvopastura, fue don Beimar Gallo de la filial “Palo Marcado”; con las obras implementadas en su predio, se logró el cierre del perímetro de la propiedad (1.2 km) y, con los 3,8 kilómetros de alambrada sobrantes, se generó el apotreramiento de 150 hectáreas.
Con la siembra de 4 hectáreas de pastura de Gattun panic, se contribuyó al aumento de la disponibilidad de forraje para el ganado.
Como vimos también con Daniel Coca, el manejo de ganado con la rotación de potreros es la actividad que se debe realizar para tener una sustentabilidad en la actividad productiva y la introducción de genética es clave para para mejorar la calidad del ganado.
Mario Mojica
Otro productor beneficiario de la alambrada fue Mario Mojica de la filial “Capirenda”. Realizada la implementación de la alambrada, se logró cerrar perimetralmente su predio, para que a futuro, según lo planificado, se pueda realizar nuevas divisiones del predio para poder realizar la rotación de potreros.
Al generar mejores condiciones en el predio, se realizará un mejor manejo del ganado, buscando como objetivo la producción de terneros para su comercialización.
Edwin Martínez
Finalmente, otro beneficiario que accedió al manejo de su predio mediante el alambrado, fue Edwin Martínez de la filial “Galpones”. Al implementar los 5 kilómetros de alambrada para realizar la división de su predio en tres partes, se generaron tres potreros de 575, 787 y 638 hectáreas respectivamente, esto permitirá que, a futuro, según lo planificado, el productor con su propia inversión pueda subdividir estos potreros y, de esta manera, generar 6 parcelas que le permitirán hacer una rotación para favorecer la regeneración natural del monte y tener mejores condiciones de alimento para el ganado.
OTB Capirenda
Bajo estos mismos criterios, se trabajó en el predio comunal de Capirenda, donde se realizó la siembra de 4 hectáreas de pastura de Gattun panic. Este forraje permitirá mejorar la capacidad de forraje disponible para la henificación, que luego será distribuida según la necesidad a los ganaderos que conforman la Organización Territorial de Base (OTB). También servirá para la alimentación del ganado que se encuentra en el predio.
El agua: el elemento vital para la producción y la vida en el Chaco
Además de haber trabajado con estos productores en sitios piloto para la experimentación de mejoras en el manejo de su ganado en equilibrio con la conservación del bosque chaqueño, también se identificaron a otros beneficiarios para apoyarles puntualmente con un tema de vital importancia en el Chaco: el almacenamiento y distribución de agua.
La obtención del agua es un reto en todas las comunidades del Gran Chaco, hablando con los productores, muchos coinciden en que los efectos del cambio climático son cada vez más evidentes ya que la temporada de lluvia, que ya de por si era escaza, se reduce cada vez más. Basta con tomar de ejemplo este año, donde la temporada de lluvias aún no inicia y ya nos encontramos en diciembre. Ante esta situación, los productores de la llanura chaqueña, sobre todo, se encuentran en una situación de emergencia pues ya no solamente que no tienen agua para el consumo de su ganado y animales menores, sino que la escasez repercute en ellos mismos como agua para consumo humano.
La forma tradicional de obtención de agua en el Chaco es, sobre todo, a través de la cosecha de agua de lluvia y el almacenamiento se hacía a través de atajados que construyen en sus propiedades. Sin embargo, este método de almacenamiento supone varios problemas: primeramente, que al no contar con una geomembrana que recubra el atajado, gran parte del agua se pierde en el drenaje de la tierra; en segundo lugar, el ganado que ingresa a tomar el agua muchas veces se empantana, sobre todo cuando ya no queda mucha y no puede salir por la debilidad en la que se encuentran y, en tercer lugar, no es un agua potable para el consumo humano ya que los animales, tanto el ganado menor como mayor, ingresa al atajado y lo ensucian incluso con heces y orina, sin embargo, por la necesidad, muchas veces las familias terminan consumiendo esa agua.
Ante estas dificultades, se vio de suma importancia apoyar a los pequeños ganaderos con la dotación de tanques flexibles de geomembrana que tienen una capacidad de 25.000 litros cada uno, además de la instalación de politubos para el traslado del agua a bebederos para el ganado y para el mismo consumo de los productores. Esto es una gran ayuda para ellos, pues ahora pueden almacenar el agua de forma segura y utilizarla diferenciadamente para los animales y para sus familias.
En el proceso de elección de los beneficiarios a estas cisternas flexibles se priorizó a las familias más necesitadas y la mayoría de ellas también jóvenes, ya que se requería personas dispuestas a realizar la mano de obra necesaria para la implementación de los tanques; de esa manera, se seleccionaron a 5 beneficiarios a los que se les dotó de los tanques y la instalación de politubos.
Gabino Toledo
La implementación del geotanque de 25.000 litros para Gabino, le ayudó a mejorar la capacidad de almacenamiento de agua, ya que bombea directamente del pozo perforado comunal y, de esta manera, puede proveer de agua a sus animales directamente por medio de un bebedero; también le permitirá implementar un huerto familiar para la producción de hortalizas para el consumo familiar, ya que antes, para poder sembrar un poco de hortalizas tenían que acarrear agua de la cañada que está a unos 150 metros aproximadamente.
Emilio Toledo
En el caso de Emilio, también de Algodonal, el uso principal que le dará a su geotanque, es el de almacenar el agua que lleva en cisternas cuando su atajado se queda sin agua y poder distribuir para consumo animal y para uso de su familia. Antes el agua que le llevaban en la cisterna la almacenaba en tinacos y aljibes y el saldo lo vertían directamente al atajado.
Francisco Tejada
La implementación del geotanque permitirá que Francisco y su familia puedan almacenar el agua que se lleva en cisterna y poder distribuirla directamente a su corral para el consumo del ganado vacuno, caprino, ovino y porcino, además, le permite llevar agua hasta su vivienda para el uso en familiar.
Francisco inicialmente contaba con un aljibe de ferrocemento para cosechar agua de lluvia y dos tinacos con los que debía abastecerse todo el año para el consumo de su familia, cuando esta reserva de agua se le terminaba tenía que consumir el agua del atajado, de donde también consumían los animales; demás está decir que dicha agua no reunía las condiciones de salubridad para el consumo humano, pero por la necesidad tenían que consumirla. Con la implementación de geotanque no solo se mejoró el agua para el consumo animal, que inicialmente era la finalidad, sino también para el consumo de la familia de Pancho.
Javier Egues
Antes Javier, para el consumo de agua para sus animales, tenía que bombear agua del pozo comunal directamente a su atajado; al implementar el geotanque como reservorio de agua, pudo instalar un bebedero en su corral para dar agua de manera eficiente a los animales y también llevar agua a su vivienda para poder mejorar la disponibilidad de agua para el consumo de su familia.
Leydi Tejada
El geotanque implementado en el puesto de Leydi, le permitirá manejar de manera eficiente el agua, pues ahora el agua que lleve en cisterna en la época de escasez, la depositarán en el geotanque y no en el atajado. Del geotanque, por gravedad, se lleva agua directamente al corral de los animales, y también a un punto de agua en la vivienda mejorando el acceso a este elemento vital. También permite regar el pequeño huerto familiar.
Módulos apícolas en Palo Santo
Como una manera de incentivar alternativas productivas mucho más sostenibles y amigables con la naturaleza, como parte del proyecto también vimos importante comenzar a potenciar la actividad apícola de la llanura chaqueña y ensayar soluciones a las condiciones climatológicas que pueden afectar el rendimiento de las abejas, ya que esta actividad es una opción que ya están tomando muchas familias de la zona.
En ese sentido, se procedió a la instalación de un módulo apícola en la Reserva Privada de Palo Santo; el mismo cuenta con 2 apiarios de 25 colmenas cada uno. Cada apiario cuenta de un tinaco de capacidad de 750 litros con un bebedero adecuado para que las abejas tengan una fuente de agua cercana al apiario; además se construyó una infraestructura denominada Sala Apícola donde se tiene los equipos necesarios para la extracción de miel de los panales.
El objetivo de este módulo apícola, es el de contar con un piloto demostrativo en la zona y capacitar en manejo apícola a los beneficiarios del proyecto complementario, que son un total de 14 apicultores, como también capacitar los vecinos de Palo Santo.
Nivel de Paisaje
El segundo componente trabajado en este proyecto fue el de Paisaje. Se entiende por paisaje sustentable a aquel que posee la capacidad de proporcionar servicios ecosistémicos a largo plazo, esenciales para mantener y mejorar el bienestar humano y un Paisaje resiliente es aquel que tiene la capacidad para absorber perturbaciones, renovarse y reorganizarse para mantener sus funciones.
Bajo este lineamiento, se identificó y legitimó métodos participativos de zonificación de paisajes, basados en variables clave de Sistemas Socio-Ecológicos (SSE). Se utilizó el mismo enfoque conceptual y metodológico abordado en el Componente 1 a escala de predio. Las unidades de paisaje identificadas pueden ser la base de la gestión territorial mediante la conformación de consorcios de paisaje constituidos por actores locales. Se aplicaron técnicas de zonificación para identificar y delimitar paisajes en unidades administrativas piloto (departamentos, provincias y comunas). Posteriormente, esta zonificación fue legitimada con los actores del territorio mediante un mapeo social participativo. También se caracterizaron paisajes seleccionados (piloto) a partir de indicadores de sustentabilidad y resiliencia definidos ad hoc.
Gobernanza territorial
El último componente del proyecto se enfocó en la gobernanza, como una manera de fortalecer los sistemas nacionales de monitoreo incrementando sus capacidades y competencias de planificación de uso del suelo y de elaboración de reportes a organismos internacionales sobre el estado de situación de bosques.
En ese sentido, se trabajó en conjunto entre los 4 países participantes de este proyecto para la construcción de un análisis comparativo de Políticas de protección y gestión de los bosques nativos en el Gran Chaco Sudamericano.
Este análisis se verá materializado en un documento que dará cuenta del mapa de políticas que regulan el cambio de uso de suelos y la conservación de los bosques nativos del Gran Chaco en Argentina, Bolivia, Brasil y Paraguay. En términos metodológicos, se propone un análisis comparado e interestatal de las políticas vigentes, sus instrumentos y niveles de implementación. El estudio enfatiza una mirada multiescalar que permite comparar la articulación entre herramientas y compromisos internacionales con las políticas y normativas específicas de cada país.
Los hallazgos de este trabajo permitirán identificar y comparar, por un lado, la relevancia narrativa de la escala internacional y; por el otro, la heterogeneidad normativa y de coordinación a nivel nacional para regular los espacios de producción y conservación en el bosque nativo.
Concluimos este proyecto felices de haber logrado los objetivos propuestos, tanto a nivel país como de manera transfronteriza, pues a pesar de las grandes dificultades que nos impuso la pandemia para trabajar y movilizarnos hacia los territorios de acción, logramos implantar las semillas de un uso más adecuado del bosque en los productores ganaderos, comprobando junto a ellos que es posible optimizar el rendimiento de su trabajo sin afectar el bosque y también es factible cuidar la biodiversidad y valorar sus servicios ecosistémicos a la vez que se incrementa la calidad de vida y producción de las familias chaqueñas.