“La tecnología puede estar al servicio del bien común y del Gran Chaco americano así que consideramos que el evento fue un éxito y la virtualidad llegó para quedarse”. Pablo Frere, Secretario Redes Chaco.
Bajo la premisa de “Una mirada multidimensional al desarrollo sostenible del Gran Chaco Americano”, el pasado 6 de octubre con la modalidad presencial, semipresencial y virtual se inauguró el 5to Encuentro Mundial del Gran Chaco Americano – EMCHA, que se extendió hasta la primera semana de noviembre. El evento internacional tuvo como eje de discusión y debate cuatro dimensiones: ambiental, económica, sociocultural y la institucional.
“Mas de 600 participantes, 70 panelistas y oradores, 10 mesas de trabajo, 3 países y más de 20 organizaciones de la sociedad civil, formaron parte de las actividades programadas, que se desarrollaron a lo largo de un intenso mes de trabajo”, señala Liliana Paniagua en el cierre del evento.
La nueva edición del Encuentro Mundial del Gran Chaco Americano, se organizó en nueve “mesas de diálogos”, encabezadas por referentes de distintas organizaciones que trabajan en la región.
Sustentabilidad es los que destacó la dimensión ambiental: “Hay una serie de iniciativas trabajando con pequeños ganaderos, con grandes ganaderos, con pequeñas comunidades, con productores de todo tipo que de alguna manera buscan esta conciliación entre el tema de producción que se necesita para crear valor económico, pero también sustentabilidad, esta palabra es muy importante en los recursos naturales, de alguna manera el mundo está muy preocupado por los temas de sustentabilidad”, afirmaba Yan Speranza de la organización Paraguaya Moisés Bertoni.
Este concepto está muy bien logrado y aterrizado bajo la experiencia de Paisaje Productivo Protegido que viene aplicando en la región con mucho éxito desde hace varios años, como también desde hace varios años la temática agua y su abastecimiento sigue siendo un eje central en el desarrollo de la región.
“Se reconoce al Parque Nacional del Agüaragüe como la zona fundamental de recarga del Sistema Acuífero Yrendá Toba Tarijeño, que su aprovechamiento va más allá de las fronteras en Bolivia, va hacia la Argentina y el Paraguay; cuidar nuestras áreas protegidas, que están ligadas a la producción de agua en cantidad y calidad; y tercero, promover las buenas prácticas productivas, conservar al mismo tiempo de hacer un desarrollo sostenible de los sistemas productivos”, señala Iván Arnold.
Uno de los aspectos novedosos en el encuentro, fue la mirada entre biomas y la participación de referentes de la Amazonía, quienes expusieron sus visiones y preocupaciones similares a las del Gran Chaco.
“Salimos con el compromiso de profundizar los conocimientos sobre nuestro bioma de la Amazonía y el Gran Chaco, no sólo para traer la perspectiva de los problemas que nos une sino para escuchar y ver la conexión de intercambiar los aprendizajes para mirar soluciones de protección y escuchar las voces locales de los pueblos, las comunidades y sobre todo de las mujeres indígenas”. Afirmaba Natalia Maia de la Fundación Avina.
Y es que el cambio climático está marcando cada vez más la agenda de acciones en la región por lo que abordar la problemática y mecanismos de solución es fundamental para lograr financiamientos y recursos orientado a la adaptación de las poblaciones más vulnerables.
“Se ha demostrado en este encuentro que son muchas las voces que se están levantando en todo el mundo por el financiamiento climático que ha despertado necesidades y temores. Temores porque la mayoría del financiamiento climático se está orientando a préstamos reembolsables para la mitigación en los países desarrollados y la realidad es otra, la realidad es que los grupos vulnerables de Argentina, Paraguay están sufriendo los horrores de la sequía recurrente” señalaba Jorge Abbate, Director Ejecutivo de Gestión Ambiental (geAm).
Pese a que se han dado a conocer las preocupaciones sentidas en la región chaqueña, también se han expuesto iniciativas innovadoras, disruptivas y de transformación que a un futuro cercano puede generar un salto significativo.
De cola de ratón a cabeza de León
“En la región hay actores súper preparados para la innovación y a mí me enorgullece, porque creo que vamos a pasar directamente de cola de ratón a cabeza de León” (Stéphanie Lelaurine, ACDI)
Esta podría ser la frase que encierra todas las iniciativas de innovación tecnológica que se están generando en el Gran Chaco. Desde la conectividad, acceso a banca por internet, el uso de tecnología blockchain, finanzas descentralizadas hasta pagos por emisiones de carbono como ejemplo de modelo de negocio en comunión con la naturaleza.
“Unir la comunidad, los productores con el mundo de las finanzas del cripto de los bancos podría ser la manera de avanzar en proyectos de manera conjunta y anticiparnos al desarrollo local. Todos deben ser partícipes de esta revolución que implica blockchain porque el que no participe va a quedar atrás”. Javier Madariaga Proyecto DIDI (Argentina)
Y a este abanico de iniciativas se suma NANUM Mujeres Conectadas, que junto a más de 20 organizaciones fusiona la innovación, el rol de la mujer chaqueña y las acciones para encarar los efectos del cambio climático fortaleciendo sus organizaciones. Aspectos como el manejo de la tecnología y, a través de ella, gestionar y administrar sus propios recursos y compartir sus conocimientos de soluciones basadas en la naturaleza será fundamental en el fortalecimiento de sus organizaciones para el desarrollo de sus pueblos.
Y es que toda esta tecnología y las acciones conjuntas que refuerzan a las organizaciones en el territorio, van a potenciar uno de los trabajos más emblemáticos de las mujeres en la región, la artesanía chaqueña que está materializando el empoderamiento de las mujeres en el territorio y la preservación de su cultura.
“Este año se abrieron 1700 cuentas en el Banco de Formosa. Es una especie de milagro porque estamos hablando de localidades en las que el acceso es dificultoso. Esto es la gestión, la capacidad de organización que tienen estas mujeres”, Paula Marra, Matriarca.
Sin lugar a dudas, este ha sido un avance significativo que evoca al mismo tiempo la condición de la mujer chaqueña quién vive en una constante lucha por la igualdad de sus derechos y que en cada encuentro mundial hace prevalecer su voz y sus demandas a través del Colectivo de mujeres.
“Nosotras como colectivo si queremos un sistema de salud, queremos que todas sean respetadas y cuidadas. Queremos decir basta a la discriminación. Queremos poner en tema la reproducción de la vida y la necesidad de acceder a una mejor justicia”, Liliana Kremer, Colectivo de mujeres.
Pero no solo la demanda por mejores condiciones de vida con equidad y justicia se escucharon desde las mujeres, sino también desde los principales habitantes de la región como son los pueblos indígenas, quienes han abordado temas relacionados a territorio, agua, salud, entre otros.
“Estamos en emergencia por proyectos de desarrollo que nos están aniquilando a los territorios indígenas. Pedimos a los gobiernos que respeten la autodeterminación de nuestro autogobierno y respete el derecho a la vida que tenemos a través de los bienes naturales”, Lurdes Miranda, Mesa Indígena (Bolivia).
El Encuentro Mundial del Gran Chaco en su quinta versión, no solo ha aglutinado a diferentes actores territoriales, sino también institucionales, financiadores y funcionarios de los tres países, quienes estuvieron presentes para escuchar las demandas, intercambiar ideas y llevarse una agenda nutrida de acciones en pos del desarrollo chaqueño.
Una de las enseñanzas que nos deja este encuentro singular y semipresencial será “el hecho de entender mejor las conexiones entre la biodiversidad, el cambio climático, la salud humana y nuestras acciones”, citado de manera acertada por Laura Villalba de Moisés Bertoni.
El Encuentro Mundial del Gran Chaco es organizado y liderado por Redes Chaco, una red de redes, destinada a lograr la visibilización de temas vitales y acciones colectivas en el Gran Chaco Americano, permitiendo la generación de gobernanza, entendida como creación y fortalecimiento de ciudadanía e incidencia para acciones en políticas públicas concertadas, articulando Organizaciones de Base (sociedad civil), ONG’s, Empresas y Organismos Públicos.