El pasado 11 de agosto, desde NATIVA, colaboramos en la organización de la presentación del libro “Un cafetal del tamaño de Bolivia” del destacado investigador Carlos Hugo Molina; el evento fue un éxito y contó con la participación de un amplio público y diversas autoridades municipales.
Esta investigación se enmarca en una visión de alternativas productivas sostenibles en Bolivia, que tomen en cuentas diversos factores como los procesos migratorios, el desarrollo económico sostenible en poblaciones vulnerables y los excedentes simbólicos que generan, como es el tema turístico.
En este sentido, el café de altura, según Molina, es una de las opciones con más potencial para desarrollarse en nuestro país de una manera completamente sostenible porque la producción de café es amigable con el medio ambiente, porque no es una producción industrial y fortalece las capacidades sociales ya que se emplea mano de obra local, siendo la cosecha del café artesanal.
Por otro lado, Molina recalcó mucho el excedente simbólico de la producción de café que se refleja sobre todo en la actividad turística que puede generarse alrededor de esta actividad, habiendo varios ejemplos de circuitos turísticos de café en Colombia que también aportan al desarrollo local y a la comercialización del café. En ciudades como Tarija, este tipo de circuitos no son nuevos, pues ya se tiene la experiencia de la ruta del vino.
Para Molina, Tarija tiene condiciones adecuadas para la producción de café en la zona de Emborozú, en Tariquía, pero a nivel Bolivia existe un alto potencial de producción ya que nuestro país exporta 9,5 millones de dólares, importa 15 millones de dólares, y es el país número 74 en producción a nivel mundial produciendo solo 0,03%. El potencial productivo es igual al de Colombia, que es uno de los mayores productores de café del mundo.
Para Molina, son 3 cosas las que pueden asegurar que la producción de café sea esa alternativa sostenible que necesitamos: estímulo, política pública y comprender la unidad que hay entre el proceso económico productivo con el turismo. Estratégicamente, se debe aumentar el consumo interno de grano boliviano, ampliar la producción que compita internacionalmente y utilizar el café como instrumento de relacionamiento.
Agradecemos a Carlos Hugo Molina por confiar en nosotros para la presentación de su libro en Tarija, dejándonos valiosas enseñanzas y estímulos para seguir pensando en las mejores maneras de producir sin descuidar las necesidades de desarrollo de las comunidades vulnerables, pero tampoco la conservación y preservación de nuestro medio ambiente.