“Vimos la necesidad de hacer, como pescador responsable, una oferta turística, lo que era una pesca comercial migrar poco a poco a hacer turismo”. (Tomás Rivero)
Él es Tomas Rivero Guevara, dueño del prestigioso restaurante Don Tomás a orillas del Pilcomayo. Criado en la zona del puente Ustarez, pescador y enamorado del Pilcomayo, desde niño ayudaba a sus padres, especialmente a su madre en la venta del pescado cocido, sábalo sobre todo, por lo que se considera un conocedor de la gastronomía local.
Con una mirada y un sentimiento de nostalgia al hablar, Tomás, como todo visionario, empezó a innovar en la oferta de sus servicios a partir de lo que representa el río Pilcomayo, por lo que actualmente inicia una actividad que valoriza la espectacularidad de río y su representación para propios y extraños.
A sus más de 50 años Tomás, junto a su esposa y tres hijos, inicia uno de los emprendimientos más novedosos y de deguste en la zona del Pilcomayo y el emblemático Angosto; ingresaron al mundo de la industria sin chimeneas, el turismo.
“La idea nace de una charla familiar, analizando la situación del Pilcomayo, de nuestros peces, y haciendo una comparación de lo que fue en los años 70s, 80s, 2000 hasta ahora. Así fue como vimos que el Pilcomayo ya no está para hacer una pesca comercial, uno tiene que ver cómo poder alivianar el peso que tiene el río, porque del río vivimos todos los villamontinos, directa o indirectamente”, nos dice Tomás.
Empezaron participando de la Plataforma de turismo de Villa Montes, con ideas e iniciativas nuevas de ofertas turísticas como la Cueva del Surubí y la Noche del Pilcomayo.
La cueva del Surubí
Es un paseo en chalana, lo hacemos a 7 kilómetros de Villa Montes en la zona del Angosto. El paseo tarda una hora y media y consiste en bajar en chalana hasta las aguas termales; el mismo lugar da esas condiciones porque es en agua calmadas, no hay que pasar ningún fuerte ni peligro y luego, al regreso, está el pescado al palo listo para poder degustar. Hay una persona que se queda haciendo el pescado a orillas del Pilcomayo mientras se hace el recorrido.
Durante el recorrido por las aguas quietas del Pilcomayo, el turista tendrá la posibilidad de transitar por medio de la serranía del Aguaragüe, observando la naturaleza mientras degusta una tradicional mateada.
“Cada turista que viene descubre cosas antes que yo. ¿Mira los huecos en el cerro? Ya le bautizan con el nombre de “El cerro de los mil huecos” o los colores impresos en la serranía al que empezaron a llamar el cerro de los cien colores.”
Hay mucha fauna para observar en el lugar, especialmente aves. Se hizo costumbre para una de las garzas acompañar el paseo y hacer de modelo para los visitantes, cuenta Tomás.
La noche del Pilcomayo.
“Es una cena a orillas del Pilcomayo, con un pescado a la mordaza, una mateada, con el acompañamiento de un compañero weenhayek quien cuenta sus leyendas, mitos, costumbres; también llevamos un artista que ameniza la cena con música criolla. Es una oferta muy importante, el estar a orillas del río con una fogata es muy satisfactorio para las personas”.
Hasta la fecha, la Cueva del Surubí es la oferta más demandada, sin embargo, los precios a cualquiera de las visitas es el mismo, que oscila los $us 20 (dólares americanos) por persona.
De acuerdo al balance de los últimos dos años, el 80% de los clientes y visitantes fueron extranjeros, un 15% de otros departamentos de Bolivia y un 5% de turistas locales de Villa Montes. Evidentemente la pandemia también afectó a este emprendimiento, sin embargo, desde diciembre del 2020 empezaron las visitas, especialmente del oriente boliviano.
Cabaña de Don Tomás con vista al Río Pilcomayo
Puedes visitar y conocer más de la “Cabaña Don Tomás”, a través de su cuenta de Facebook @pescaderiacabanadontomas. Se encuentra en la ruta Nacional 11 s/n Cerca del puente Ustarez, Villamontes-Bolivia o puedes contactarte y hacer reservas al teléfono +591 76191358.