El caso del biocidio de 35 cóndores en la comunidad de Laderas Norte en Tarija nos obliga a trabajar en proyectos serios para la conservación de esta especie. A continuación, un breve resumen del caso y algunas propuestas a trabajar.
El 5 de febrero se tuvo conocimiento de la muerte de 35 cóndores, presuntamente envenenados en la comunidad de Laderas en el Norte de Tarija. Esto se constituye en uno de los biocidios más graves registrados en nuestro país, más tomando en cuenta que las investigaciones que se tienen de cóndores en Bolivia y latinoamérica, refieren poblaciones pequeñas de esta especie, por lo que podríamos estar hablando de la muerte de toda una población de cóndores en la zona.
El cóndor, que es un ícono en nuestro país, es una especie amenazada y en peligro de extinción. En el mundo se calcula que existen alrededor de unos 6.000 ejemplares nada más, y en países como Ecuador se tiene registros de solo unos 150 aproximadamente, lo cual significaría que la pérdida de 35 cóndores representaría más o menos una pérdida de la cuarta parte del porcentaje total de cóndores de Ecuador. Esto para graficar la gravedad del hecho, pero más allá de eso, existen impactos y daños colaterales mucho mayores, ya que es muy probable que estos cóndores hayan estado a su vez anidando, lo que también significa la muerte de pichones que no podrán ser alimentados. Incluso podríamos hablar de más de 35 cóndores porque solo se constató la muerte de los que se encontraron en el lugar, pero cabe la posibilidad de que muchos otros hayan logrado volar y muerto en otro lado.
La pérdida de estas aves tiene impactos palpables en el ecosistema, considerando fundamentalmente que cumplen un rol fundamental como carroñeras, y se encargan de consumir distintos desechos orgánicos que pueden volverse nocivos por sus cargas de bacterias. Haciendo esto también distribuyen esta materia orgánica en menores cantidades y pueden ayudar a fertilizar. De esta manera, pueden llegar incluso a beneficiar a poblaciones humanas, ya que se ocupan de consumir los restos de animales domésticos y silvestres que viven en áreas urbanas. Esto evita que se descompongan en áreas pobladas y que causen problemas de sanidad para los que allí habitan.
Con respecto a la investigación que se siguió del caso, el informe técnico elaborado por los biólogos y veterinarios a cargo de la misma, pone en relieve algunos temas que se deben tomar en cuenta, a partir también de las conclusiones preliminares obtenidas en las reuniones entre autoridades, comunarios y técnicos encargados:
En base a estos puntos, también se presentaron dos propuestas desde NATIVA, que apuntan a:
Polígono preliminar del área protegida propuesta
Más allá de encontrar a los responsables materiales de este biocidio, es importante que este hecho sirva para que se comiencen a implementar políticas mucho más serias de conservación de estas especies tan importantes, lo cual implica un trabajo de investigación sobre estos animales y registros actualizados de sus poblaciones. Es un momento para entender la importancia también de la educación ambiental, de que la gente conozca la importancia que revisten estas especies para todas y todos. Las causas de este envenenamiento masivo pueden deberse a factores voluntarios o involuntarios, pero lo que prima es la desinformación acerca de las graves consecuencias que acarrea actuar sin medir las consecuencias ambientales. Que esta tragedia nos sirva para avanzar en un compromiso mucho más serio en la protección y conservación de nuestro medio ambiente.