Ante una emergencia sanitaria global como la que actualmente estamos viviendo a raíz de la pandemia del COVID-19, es tiempo de reafirmar nuestros lazos de solidaridad y comunidad. NATIVA trabaja en la región del Chaco, pero también es parte intrínseca del territorio a través de sus habitantes, con los que se buscamos visibilizar la riqueza de esta ecorregión, pero también las amenazas a las que se ve sometida. En tiempos como este es que esos lazos deben fortalecerse más que nunca.
El problema
Lo primero que debemos entender es que el origen de este virus está ligado al uso, o mal uso, que hemos hecho de nuestro planeta común. La destrucción de los entornos naturales y la aparición de nuevas enfermedades es un hecho probado científicamente. Cuando destruimos los bosques eliminamos especies naturales que servían de barrera entre nosotros y algunas enfermedades, o acercamos más a especies que pueden contagiarnos. El Gran Chaco es uno de los lugares del mundo que más tasas de deforestación registra, existe un desbalance natural ocasionado por el crecimiento poblacional, pero también por una economía depredadora que fomenta las presiones sobre la tierra, ocasionando el cambio climático y la ruptura de equilibrios ecológicos. El factor clave de prevención de estas catástrofes es, justamente, cambiar esa mentalidad nociva y trabajar con una visión de equilibrio entre nuestras necesidades y las del medio ambiente.
Por otro lado, el virus “SARS-CoV-2”, responsable de la enfermedad denominada Corona virus, ha desnudado problemas estructurales a nivel global y local, y quizá uno de los más dramáticos es el de las desigualdades: económicas, de acceso a recursos básicos y también de acceso a la información. Mientras en las ciudades podemos seguir las normas básicas de prevención del virus como lavarse las manos varias veces al día, millones de personas en el mundo no tienen acceso al agua potable. Mientras algunos podemos llevarnos el trabajo a casa temporalmente, para mucha gente el no salir al campo un día a trabajar significa no comer. Mientras en las ciudades estamos sobre informados a través de las redes sociales y todos los medios audiovisuales a nuestra disposición, en la zona rural pocas personas tienen acceso a la información veraz y oportuna. En fin, que las desigualdades se vislumbran de una manera mucho más clara entre el campo y la ciudad, y más en una situación como esta. Tampoco podemos dejar de lado a toda esa masa migrante del campo a la ciudad que, en busca de mejores oportunidades, ahora se encuentra en una situación altamente vulnerable encontrándose en ese cinturón de pobreza que habita las periferias de las ciudades.
Otro punto vital a tomar en cuenta es la situación de los pueblos indígenas en el marco de esta pandemia. La mayoría de las medidas que se han asumido hasta el momento no han sido específicas para estas poblaciones ni adecuadas a su realidad, siendo que son uno de los grupos más vulnerables a este tipo de virus por que tienen bajo acceso a los sistemas de salud, presentan problemas nutricionales y los cambios de sus patrones alimenticios debido a la invasión de sus territorios los colocan en situación de vulnerabilidad por la aparición de diversas enfermedades.
En el Gran Chaco Americano, además, se está viviendo una de las peores epidemias de dengue de los últimos años; urge reforzar las medidas de prevención, principalmente el acceso al agua potable, tanto para prevenir el Corona Virus como para disminuir las posibilidades de reproducción del mosquito Aedes aegypti, principal transmisor del dengue. Sin embargo, como ya lo mencionábamos, es precisamente el acceso al agua segura lo que se ve más afectado por el cambio climático en la ecorregión chaqueña; las sequías que afectaron este año la región, por ejemplo, obligan a muchas familias a salir de sus casas en la búsqueda diaria de agua.
Es por estas razones que es fundamental seguir trabajando de manera conjunta, a corto y mediano plazo no solo para que el derecho al agua y saneamiento básico sea una realidad para todas y todos, sino para que la información llegue a todas las personas que viven en el Chaco. Existen medidas sanitarias básicas que se deben tomar ante esta situación y que deben formar parte de la alerta y red de información que se maneja en el Chaco, entre pobladores, técnicos e instituciones.
La Propuesta
A partir de estas consideraciones es que desde NATIVA donde, más allá de lo institucional, se trabaja sobre lo humano, buscamos relevar varias acciones, sobre todo comunicacionales, importantes que se pueden hacer en este contexto para crear un tejido comunitario que nos permita pensar soluciones conjuntas para afrontar esta amenaza global. Si hay algo que este virus nos ha dejado claro, es que no existe la salvación individual, es prioritario pensar en comunidad.
La primera acción debe ser trabajar en la difusión de la información de la enfermedad. A través de todos los medios con los que contamos en esta red (Redes Chaco), creemos que la información sobre el avance del virus y la prevención, puede llegar a todos los rincones del Chaco, y en todos los idiomas que hacen parte de la riqueza cultural de esta región, sobre todo a las poblaciones indígenas. De esta manera podemos contribuir a que todas y todos podamos gozar del mismo derecho de acceso a la información de fuentes oficiales y confiables, coadyuvando, también, a poner un alto a las noticias falsas que circulan más que nunca en estos momentos.
Sobre todo, una primera acción es circular la información importante para la prevención del virus, adecuada al medio rural, aquí el ejemplo de algunos puntos:
La aplicación Adapp o grupos de whatsapp o telegram como el de alerta temprana pueden ser buenas opciones para llegar a más personas con estas recomendaciones.
Otro punto importante es continuar promoviendo el cambio de mentalidad en pro de un vivir mejor, en armonía y equilibrio con nuestros recursos. Entonces, si bien como se mencionan en las recomendaciones, los remedios caseros no son eficaces para el coronavirus, lo cierto es que muchos de estos sí ayudan a reforzar el sistema inmunológico, lo que es vital para estar preparado en caso de la propagación de estas enfermedades. Reforzar el enfoque productivo en actividades como la apicultura o los huertos para proveerse de comida sana en cada hogar, es clave para potenciar la salud. Esto no solo debería aplicar para el campo, sino también en la ciudad. La importancia de inculcar a los niños la soberanía alimentaria es vital para el cambio de mentalidad que necesitamos, pues quienes habitamos las ciudades tenemos mucho que aprender del campo. Ahora que el colegio se suspendió, es un excelente momento para promover en niños y jóvenes la conciencia de que es posible vivir de otro modo, reenfocar las concepciones económicas propias promoviendo la auto sustentabilidad a través de la construcción de sistemas de cosecha de agua, , reutilización del agua en casa, formación de compost con residuos orgánicos, sistemas apropiados de riego y procesamiento de excedentes, fabricación de adobes, ladrillos, crianza de animales de granja y fomentar, en fin, una economía centrada en el valor del uso a través de acciones como el trueque. La elaboración de mensajes concisos y didácticos, que puedan ser distribuidos a través de redes comunes pueden ser materiales clave para cumplir esta meta.
El último punto vital a tomar en cuenta, es lo que ya mencionábamos con anterioridad, hoy más que nunca es fundamental fomentar redes de solidaridad entre quienes compartimos esta ecorregión. Para muchas familias, acatar una cuarentena no es viable sin un apoyo, sin alguien que les ayude a conseguir al menos lo básico para subsistir. Acercar provisiones a las familias y a las personas mayores que viven al día en la zona del chaco es necesario, y eso debe asumirse en un tejido comunitario, pero que cuente con el apoyo de quienes, externamente, tienen los recursos para ayudar.
Es vital sensibilizar a los gobiernos locales para que trabajen sobre las zonas y comunidades más vulnerables del Chaco, lugares donde se puede ver a niños en pésimas condiciones de limpieza, viviendas con varios focos de infección, personas en condiciones de mala alimentación o también casos de desnutrición.
El caso de los pueblos indígenas también debe ser prioritario: gestionar ayuda humanitaria para brindarles alimentos y medicinas, así como el acceso a la salud; establecer canales de comunicación entre los pueblos indígenas y los gobiernos locales para que estén al tanto de sus necesidades; traducir en lenguas indígenas los mensajes del ministerio de salud; monitorear el avance del virus en las comunidades indígenas y evitar aislar a los enfermos de sus comunidades, son varias acciones que deben ser tomadas en cuenta por las autoridades.
En ese sentido, visibilizar esta situación a los gobiernos y a los tomadores de decisiones, es un trabajo que ya se ha asumido desde redes chaco, pero que en esta situación debe ser priorizado. Una campaña comunicacional que visibilice la realidad del Gran Chaco puede ser una buena opción para ayudar en estos puntos.
Esta pandemia, no va a acabar pronto, más bien debemos prepararnos para afrontarla a largo plazo, teniendo en cuenta que el virus podría volver a propagarse en un futuro próximo. Para prepararnos, protejámonos nosotros mismos y a los demás de la amenaza que supone el virus, reflexionemos sobre los riesgos y la seguridad que plantea la pandemia y enfrentemos las desastrosas consecuencias del uso irracional que hemos hecho del planeta, pero con la esperanza de que sea detonante para un cambio de nuestra concepción sobre cómo habitar nuestro hogar compartido.
Es importante reconocer que la cuarentena nos permite el tiempo de reflexión en familia, complementarnos respetando la equidad de género, reforzando los principios y valores del núcleo familiar y la sociedad, valorando que todas las personas somos importantes, y que un resultado de esta Pandemia, debe ser la solidaridad y unión entre todas y todos.