En NATIVA, trabajamos bajo tres programas principales que engloban varias líneas de acción, que van desde buenas prácticas productivas como la apicultura, ganadería sostenible y cosecha y uso eficiente del agua hasta el monitoreo de fauna, apoyo a la gestión y creación de áreas protegidas y ciudades sustentables; pasando por acciones transversales como el empoderamiento de mujeres en el área rural.
Uno de estos programas, es el denominado “Municipios, Clima y Vida”, y está enfocado en fortalecer las capacidades de gestión estratégica de los gobiernos municipales frente a los efectos locales del cambio climático; facilitando procesos de análisis participativo de la afectación climática sobre el desarrollo sostenible local, con la finalidad de avanzar en la definición de sistemas de estrategias y acciones, de adaptación, mitigación y reducción del riesgo de desastres a través de Planes Municipales de Adaptación al Cambio Climático y la generación de parques urbanos y áreas protegidas municipales enmarcados en los marcos jurídicos e institucionales vigentes en cada país y departamento donde trabaja NATIVA.
El objetivo de este programa es fortalecer capacidades de gestión ambiental y adaptación al cambio climático de gobiernos locales y su población. De esta manera, Nativa desde el 2011 viene facilitando la elaboración de planes municipales de adaptación al cambio climático, en alianza con los gobiernos municipales de la ecorregión del Gran Chaco Americano, así como en la Chiquitanía de Bolivia. Estos planes se constituyen en un factor para mejorar la respuesta local frente a los efectos del cambio climático (sequía/déficit hídrico, inundaciones e incendios forestales, entre otros), que reducen la disponibilidad de agua, la seguridad alimentaria, la biodiversidad, e incrementan los factores de riesgo para la salud humana. Hasta el momento contamos con 13 planes realizados: en la ecorregión del Gran Chaco Americano, existen 11 gobiernos municipales que cuentan con planes de adaptación al cambio climático, mientras que, entre las ecorregiones Chiquitanía-Pantanal, ya se tienen 2: en Roboré y Puerto Quijarro.