La Reserva Nacional de Fauna Andina Eduardo Abaroa (REA), llamada así en honor a unos de los héroes del ejército boliviano, se encuentra escondida entre las alturas de la Cordillera de los Andes, en el rincón suroccidental de Bolivia, aproximadamente a 250 kilómetros de la ciudad de Uyuni-Potosí, rozando así la frontera con Chile. La REA cuenta con una superficie de 714.745 hectáreas; la cota altitudinal de la Reserva Nacional Eduardo se encuentra entre los 4.200 m.s.n.m y una cota máxima de 5.981 m.s.n.m, alcanzada en su pico montañoso más alto: Sairecabur.
La experiencia brindada por la REA es simplemente indescriptible, esta comienza desde el camino de la ciudad de Uyuni a la Reserva, siendo la primera parada imperdible ¨Laguna Negra¨. Este lugar, descrito a cabalidad por su denominación, cuenta con una laguna cuyas aguas naturalmente son de tonalidad negra, y está rodeada por un increíble valle rocoso donde el viento y la lluvia se visten de artistas para trasformar sus formaciones rocosas en bellas esculturas.
Tras ver la imponente laguna negra, continua una ruta estrellada de lagunas de altura, todas encantadoras a su modo y muchas de ellas decoradas con flamencos. Entre estas también se encuentra la “laguna hedionda”, muy llamativa por su nombre, pero también por el olor que emite gracias a la composición química que tiene la tierra y el agua que la conforman.
Después, el viaje sigue en una increíble travesía entre dunas de arena, desiertos y planicies altiplánicas, todas estas rodeadas por la imponente protección de nevadas montañas pertenecientes a la cordillera de los Andes, para llegar al desierto de ¨ojito de perdiz¨, donde se encuentra el cerro de Vizcarra, dicho cerro que, a justicia de su nombre, es el hábitat natural de un tipo de roedor dócil: la vizcacha. Y esto solo es el inicio de la Reserva Nacional de Fauna Andina Eduardo Abaroa.
La reserva en sí, es un espectáculo natural, donde sin duda destacan atractivos como:
El Árbol de Piedra:
En medio de un gran perímetro desértico, poblado de majestuosas dunas de arena, se encuentra una concentración rocosa, donde las rocas del lugar parecieran haber sido moldeadas con la mayor destreza de la naturaleza para crear obras de arte, pues cada una de ellas, con el pasar del tiempo y la indiscutible habilidad artística del enfurecido viendo y la eventual lluvia, presenta unas magníficas formas, siendo la más llamativa de estas una que tiene un particular parecido a un árbol, cuya belleza e imponencia no son descriptibles por las lenguas humanas.
Laguna Colorada:
En el centro de un pequeño pseudovalle, se encuentra una gran laguna que, en horas cercanas al medio día, adopta un color rojo fuerte, debido a las algas y microorganismos que alberga debajo de sus aguas. Pero más allá de eso, la laguna colorada es el hogar de una infinidad de flamencos rosados que solo hacen más grande la hermosura de dicho lugar.
En sus orillas, encuentra un mirador que permite contemplar la enorme belleza del lugar; así mismo, se encuentran albergues ecológicos para visitantes. En el que nos tocó residir era propiedad de Doña Tomasa, una señora increíblemente amable y encariñada a sus animales y a todos los que habitan libres en la Reserva quien, con la ayuda de su sobrina, brinda una increíble atención a los turistas. Al lado de los albergues ecológicos, se encuentra el campamento central de guarda parques de la REA, quienes tienen un compromiso en el pecho con la conservación y cuidado de la Reserva, a la vez que cuentan con una gran calidez y amabilidad para con los visitantes. Dos claros ejemplos de esto son don Héctor, con 6 años al servicio de la Reserva y don Germán, con 1 año trabajando en la REA, quienes ante problemas técnicos en nuestro vehículo se vistieron de héroes pues, a pesar de que dicho problema no estaba entre sus competencias, nos brindaron ayuda con la mayor paciencia y actitud que se puede ofrecer.
Geiseres:
Después de pasar la noche en el albergue ecológico de doña Tomasa, salimos temprano en la madrugada y, aproximadamente después de 40 minutos de viaje en carretera de tierra, divisamos unas columnas de agua caliente y vapor al aire, se trataba de la zona de los geiseres. Este lugar es aún más especial, considerando que zonas de geiseres como éstas son aproximadamente 1000 en todo mundo y que el 50% se encuentran en el parque de Yellowstone, Estados Unidos.
Laguna Verde:
La Laguna Verde es una laguna de agua salada altoandina, muy cercana a la frontera con Chile, rodeada de un espectacular paisaje que le da un marco excepcional a este cuadro que bien podría ser el mejor protector de pantalla de cualquier computadora.
La REA tiene la capacidad de mostrarte un maravilloso monumento natural en cada rincón de su territorio, y lo que la hace aún más espectacular es que cada uno de sus grandes puntos de atracción es muy distinto a los demás, esto le da una increíble e irrepetible diversidad de paisajes.