EXPLORANDO EL FUTURO SOSTENIBLE EN EL CORAZÓN DEL CHACO BOLIVIANO: EL CENTRO DE INNOVACIÓN COLABORATIVA STEPHAN Y VICTORIA SCHMIDHEINY – RESERVA NAPICHÁN
Bienvenidos a un rincón único en el corazón del Chaco Boliviano, donde la tradición se entrelaza con la innovación, y la naturaleza se convierte en nuestro aliado en la búsqueda de un futuro sostenible.
Nativa, gracias al apoyo de Avina, ha adquirido una vasta extensión de tierra a la vera del Pilcomayo, entre las provincias Hernando Siles (Chuquisaca) y O’Connor (Tarija), para crear un Centro de Innovación y Conservación que fusiona lo antiguo con lo nuevo, lo tradicional con lo moderno.
En este rincón especial del mundo, rodeado por la riqueza cultural de las comunidades indígenas guaraníes, estamos comprometidos a preservar y honrar el conocimiento transmitido a lo largo de generaciones.
Imaginen un lugar donde las antiguas prácticas de subsistencia se encuentran con las últimas innovaciones tecnológicas. Aquí, la recolección de agua en uno de los lugares más secos se convierte en un arte ancestral que puede combinarse con sistemas avanzados de captación de agua alimentados por inteligencia artificial y nuevas tecnologías.
Napichán es un hogar donde las comunidades y la tecnología pueden trabajar en armonía, donde las cosechas sostenibles y las prácticas agrícolas tradicionales se pueden mejorar con la ayuda de las últimas herramientas digitales.
Estamos comprometidos con la colaboración comunitaria, trabajando mano a mano con las comunidades guaraníes para asegurar proyectos que celebren y fortalezcan su herencia única.
El futuro que imaginamos es uno donde la tecnología respeta la naturaleza, la tierra y su gente, donde la educación y la sensibilización son tan importantes como la innovación. Este no es solo un centro de innovación, es un compromiso con un futuro más sostenible, equitativo y armonioso.
Napichán: Innovación, Conservación y Colaboración para un Futuro Prometedor
En un rincón privilegiado de más de 3,000 hectáreas de la Reserva privada Napichán, buscamos construir un Centro de Innovación para la Sostenibilidad y escribir un nuevo capítulo en la historia del desarrollo planificado. Este enclave estratégico, ubicado en la transición entre los exuberantes Yungas andinos y la vasta llanura del Chaco, entre el departamento de Tarija y de Chuquisaca, no solo representa un hito en la conservación ambiental, sino que también encarna un modelo vivo de armonía entre el crecimiento, cultura y la preservación de la naturaleza.
Napichán es mucho más que un paisaje; es un microcosmos de biodiversidad y patrimonio cultural, aquí, la conservación de la biodiversidad se fusiona con la innovación económica, social y cultural, creando un ecosistema único donde la colaboración entre los actores de la región es la piedra angular de todo progreso.
Napichán tiene una rica biodiversidad en medio de la transición entre dos provincias biogeográficas, siendo un testimonio viviente de la belleza y la fragilidad de nuestro ecosistema. Sus montañas están adornadas con la exuberancia del Bosque Tucumano Boliviano, mientras que en sus valles se presenta el Bosque Seco del Chaco Serrano. Esta combinación única de ecosistemas alberga una variedad de especies que no se encuentran en ningún otro lugar, haciendo de Napichán un lugar invaluable para la conservación y la investigación.
Sin embargo, esta maravilla natural está en peligro: la región es de difícil accesibilidad y tiene una topografía accidentada, lo que le confiere una elevada fragilidad y se clasifica como UNIDADES ECOREGIONALES AMENAZADAS en estado muy crítico, según la “Primera aproximación a un inventario de Unidades Ecorregionales Amenazadas en Bolivia.”
Por lo que sabemos, la influencia entre los sistemas físicos y bióticos de los ecosistemas son recíprocos: los organismos modifican su ambiente y el ambiente influye sobre ellos (Carretero A. 2011). Y al haber realizado recorridos de campo en Napichán recopilando información de las características biofísicas, se ha visto que podemos encontrar cosas muy interesantes conforme se profundicen los estudios.
La visión, tanto de AVINA como de NATIVA, es convertir esta Reserva en un faro de desarrollo sostenible y colaboración innovadora en la región, transformando Napichán en un modelo replicable de coexistencia armónica entre el progreso humano y la conservación ambiental.
La misión es simple pero poderosa: promover y demostrar prácticas de desarrollo sostenible en Napichán, a través del centro de Innovación Stephan y Victoria Schmidheiny, integrando la conservación de la biodiversidad, el avance económico, social y cultural, y la colaboración comunitaria. Nos comprometemos a crear un espacio planificado que sirva como laboratorio viviente para la innovación, el aprendizaje y la réplica de modelos sostenibles, enriqueciendo tanto el patrimonio natural como cultural de la región.
Una Conversación con Andrés Abecasis – Director de Innovación Social de AVINA
Para obtener una perspectiva más profunda sobre los criterios y objetivos detrás de esta iniciativa, tuvimos el privilegio de entrevistar a Andrés Abecasis, Director de Innovación Social en Avina.
¿Cuáles fueron los criterios y consideraciones clave que llevaron a AVINA a respaldar financieramente la compra de la propiedad Napichan a través de NATIVA para la creación del centro de innovación para la Sostenibilidad Stephan y Victoria Schmidheiny?
Andrés Abecasis: En 2024 la Fundación Avina cumple 30 años de existencia. Esta inversión de Napichán forma parte de esa celebración. Esta inversión es disruptiva en varios aspectos. Disrumpe la habitualidad, porque será única. Disrumpe ambientalmente, protegiendo una parte de los bosques del Gran Chaco Americano, uno de los principales frentes de deforestación a nivel global. Disrumpe socialmente, porque nace un proyecto de preservación ambiental que aspira a la colaboración con las comunidades colindantes y las organizaciones sociales del Gran Chaco y otros biomas del Sur Global. Disrumpe el mercado, convirtiendo una propiedad privada en un bien público como lo es una reserva natural. Y disrumpe a la propia Fundación Avina, porque es su primera inversión social plasmada en un legado físico, concreto y tangible luego de apoyar proyectos de cientos de organizaciones de la sociedad civil durante tres décadas.
¿En qué medida la rica biodiversidad y la presencia de comunidades guaraníes influyeron en la decisión de invertir en este proyecto en particular y por qué se eligió a NATIVA como socio en esta empresa?
Andrés Abecasis: ¿Por qué Napichán? La vocación de Napichán por conectar es imposible de soslayar: su ubicación en la transición entre los Yungas y la llanura chaqueña, su posición estratégica en zonas prioritarias de conservación y su papel en los corredores de conectividad del Gran Chaco Americano, la conexión con las tierras comunitarias del pueblo guaraní y, finalmente, la cercanía al río Pilcomayo, la columna vertebral de la trinacionalidad chaqueña. Este entorno único no solo realza el potencial de Napichán para la conservación, albergando una diversidad representativa de los ecosistemas del Chaco seco y serrano, sino que también lo convierte en un lugar ideal para estudios a largo plazo sobre la ecología y biología de las especies de la región, el intercambio de saberes, la capacitación en modelos productivos sostenibles y la promoción de la conciencia sobre el valor ambiental y cultural del Chaco.
NATIVA es un aliado histórico de Fundación Avina, un referente regional de indiscutible y sostenido compromiso con el ambiente y las comunidades locales. Durante décadas hemos trabajado juntos en impulsar la colaboración y el desarrollo sostenible en Bolivia y la región. Compartimos también la convicción de que en los pueblos de los biomas del Sur Global subyacen soluciones para muchos de los desafíos globales y que la colaboración es la clave para escalar estas soluciones.
¿Qué se espera lograr con la adquisición de la propiedad Napichan y la implementación del centro de innovación en términos de investigación, conservación y desarrollo sostenible?
Andrés Abecasis: Además del intrínseco valor de conservación de este predio, queremos que se convierta en la sede de un gran esfuerzo colaborativo desde el Sur Global. Esperamos que el maravilloso marco natural de Napichán albergue múltiples iniciativas de innovación social, tecnológica y productiva que demuestren que es posible conciliar la conservación y regeneración de los ecosistemas con el bienestar de las personas. Ya hemos visto cómo innovaciones desarrolladas en la Amazonia o en el Semiárido Brasileño han beneficiado a las comunidades del Gran Chaco. De igual manera, innovaciones desarrolladas por nuestros aliados en el Chaco, como los Centros Nanum de Conectividad o el monitoreo del Río Pilcomayo, inspiran a otras regiones. Este centro de investigación e innovación colaborativa tiene la vocación de convertirse en un punto de encuentro de saberes para el beneficio de todos.
¿Cómo se alinea esta iniciativa con los objetivos y valores fundamentales de AVINA en el ámbito de la preservación ambiental y el apoyo a las comunidades locales?
Andrés Abecasis: Nos toca, como humanidad, lidiar con tres grandes desafíos: la crisis climática, la creciente inequidad y la necesidad de construir nuevas maneras de relacionarnos pacífica y democráticamente con los demás. Podemos construir en Napichán un caso ejemplar de conservación, producción sostenible y colaboración a gran escala, que prefigure una nueva economía -justa, regenerativa y descarbonizada- y un nuevo modo de gestionar nuestros bienes comunes.
Dada la conexión única entre la biodiversidad de Napichan y las comunidades guaraníes que han habitado históricamente la zona, ¿Qué expectativas se tienen en cuanto a facilitar la integración y sinergia entre la investigación científica sobre la diversidad biológica y la preservación de la rica herencia cultural de estas comunidades?
Andrés Abecasis: En nuestra experiencia como parte de Redes Chaco hemos verificado que el diálogo entre los saberes ancestrales, la investigación científica y el desarrollo tecnológico es una fuente de soluciones extraordinarias a los viejos y nuevos desafíos en la región: la regeneración del bosque, el impulso a modos de vida sostenibles, el cuidado de los bienes comunes y la adaptación climática. Ya lo hemos vivenciado en iniciativas como Nanum Mujeres Conectadas, El Futuro está en el Monte, Gran Chaco Proadapt o el Monitoreo del Río Pilcomayo. No esperamos menos de esta iniciativa. Aspiramos a construir, desde el protagonismo de las comunidades del Sur y en colaboración con centros académicos y organizaciones de la sociedad civil de todo el mundo, un polo de innovación colaborativa que desarrolle y escale soluciones para el cuidado del planeta y la dignidad de las personas.
Una Visión Integrada
La conversación con Andrés Abecasis revela la profundidad de la misión detrás del proyecto Napichán y el Centro de Innovación para la Sostenibilidad Stephan y Victoria Schmidheiny. Es evidente que esta iniciativa no solo busca proteger un ecosistema frágil, sino también fomentar la colaboración entre diversos actores para impulsar soluciones innovadoras y sostenibles.
En palabras de Iván Arnold, Director Ejecutivo de Nativa: “Napichan presenta una ubicación estratégica para la conservación, al encontrarse dentro de las áreas prioritarias para la conservación del Chaco como su vinculación con las tierras comunitarias del pueblo guaraní, la cercanía y colindancia con el río Pilcomayo y la vinculación con los corredores de conectividad del Gran Chaco Sudamericano cerca de la triple frontera, factores que amplifican el potencial de conservación del área, al contener una muestra representativa de los ambientes naturales del Chaco seco y el Chaco serrano, siendo ideal para establecer estudios a largo plazo sobre la ecología y biología de las distintas especies del chaco como así también para brindar capacitación sobre modelos productivos sostenibles y difundir el valor ambiental y cultural de la región.”
“El haber adquirido la propiedad Napichan para convertirla en una Reserva es una de las propuestas, pero también existe otra propuesta que trasciende ésta y es la de crear el centro de innovación para la Sostenibilidad Stephan y Victoria Schmidheiny, Para conservar la vida y buscar un desarrollo equilibrado con la naturaleza y la cultura.” Concluye.
El proyecto Napichan no solo representa un hito en la conservación ambiental y el desarrollo sostenible, sino que también encarna la esperanza de un futuro en el que la naturaleza y las comunidades humanas puedan prosperar en armonía. En un mundo cada vez más afectado por la pérdida de biodiversidad y el cambio climático, iniciativas como la Reserva Natural Napichan y el Centro de Innovación para la Sostenibilidad Stephan y Victoria Schmidheiny son más importantes que nunca. Estos proyectos no solo protegerán un valioso patrimonio natural y cultural, sino que también demostrarán que es posible un desarrollo humano sostenible y equitativo.