“Estamos orgullosos de poder ser parte de este equipo y es un honor para nosotros poder contribuir al proyecto con esta sistematización que, si bien es parte del cierre de un ciclo por demás de exitoso, también es una herramienta que nos permitirá contar, transmitir y desarrollar estrategias de sostenibilidad de los Centros Nanum, su escalamiento y las posibilidades de réplica en otras regiones”. Así nos dice Celeste Lusetti, Coordinadora de Inversión Social y Desarrollo Territorial de Potenciar que llegó junto al equipo de comunicación a Bolivia para visitar los diferentes centros de Conectividad en este país.
A inicios de agosto, un equipo de Potenciar llegó a Bolivia para conocer de cerca el desarrollo e implementación de los seis centros de conectividad en Bolivia, realzando las diferencias y particularidades de cada NANUM. Potenciar se encuentra sistematizando el proyecto Nanum, Mujeres Conectadas, un trabajo similar que desarrolló cuando el proyecto tenía solo alcance argentino.
“Representa un desafío inmenso para nosotros poder contar lo que sucede bajo cada una de las líneas de trabajo que propone la intervención de NANUM en cada uno de los territorios. Desarrollar un análisis del territorio chaqueño que, a su vez, está atravesado por un sinfín de barreras; las mismas fronteras, en muchos casos el idioma, las diferentes etnias, modos de relacionamiento entre las comunidades, entre otros” señala Lusetti.
En Bolivia, la implementación de los Centros de conectividad tiene sus particularidades, las cuales reflejan claramente las intenciones, objetivos y propósitos de las organizaciones que los administran y la vocación cultural y productiva de las comunidades donde se encuentran asentados.
Para la implementación de los mismos, se han desarrollado alianzas estratégicas con los gobiernos locales, institutos de educación y organizaciones de base. Se cuenta con dos centros NANUM bajo alianzas que forman un paraguas de formación con el Instituto Tecnológico de Yacuiba y el Centro de Educación Alternativa en Tarairí.
Otros dos centros vienen a reforzar, reafirmar y promocionar la cultura e identidad guaraní, impulsando visitas y circuitos turísticos al margen de la promoción agrícola de los cultivos, como los centros que son administrados por las organizaciones “El Milagro” de Tahiguaty y Asociación de Artesanas y Artesanos 18 de Julio de Chimeo.
Lo últimos dos centros de Puesto García y San Francisco del Inti, son administrados por organizaciones dedicadas netamente al agro y garantizar seguridad alimentaria en las mesas de las familias chaqueñas. Son mujeres que trabajan la tierra para la venta de alimentos y que están incursionando a la agricultura orgánica.
“Desde Potenciar, somos defensores de los derechos humanos. Creemos que el acceso a la conectividad digital es una herramienta clave para las comunidades aisladas y postergadas de los territorios que va en esa línea. Democratizando o ayudando a democratizar el acceso a internet, facilitando su aprendizaje y su uso estratégico estamos contribuyendo a generar una sociedad más justa, diversa e inclusiva”, enfatiza Lusetti.
Los centros de conectividad en Bolivia han apostado a la innovación y a convertirse en el centro y sede de la innovación en el Gran Chaco, al contar con herramientas digitales de alta gama como un auditorio para más de 150 personas y una sala tic con más de 20 computadoras que facilitan la capacitación grupal con tecnología de punta.
Otra de las características de los centros NANUM son las comunidades donde se encuentran emplazados, todos representan a diferentes ecosistemas como pie de monte, ubicado en las faldas del Aguaragüe, el mayor reservorio y fábrica de agua para todo el Gran Chaco Americano; como también de transición hacia la llanura chaqueña, lo que enriquece la mirada transversal en la búsqueda de soluciones diferenciadas para la adaptación al cambio climático.
“Destaco la belleza de su territorio y la calidez humana de las personas que forman parte del universo Nanum. En relación con el proyecto, me volví con dos cosas revoloteando por mi cabeza y creo que son de alguna manera distinciones de la versión Nanum, Mujeres Conectadas – Bolivia; la primera, es esa alianza estratégica que han podido logran con el sector educativo de distintos niveles, pero que toca su punto más alto en el caso del Centro Nanum inmerso en el Instituto Tecnológico Yacuiba, con un potencial inmenso de convertirse en NODO Nanum para la región. La segunda, que si bien ya la hemos experimentado en otros Centros de comunidades aisladas las cuales se conectan por primera vez internet y acceden a programas de capacitación, está relacionada con esa capacidad de RENACER desde lo local, redescubriendo su potencial, indagando en la historia, recuperando los saberes propios y poniéndolos en valor. Todo ello como parte de un plan, una agenda colectiva impulsada desde el NANUM transformado en un portal abierto al mundo”, culmina Lusetti.
El proyecto NANUM ha iniciado un proceso de sistematización de los resultados y el impacto en el Gran Chaco Americano, dejando abierta la oportunidad para que las organizaciones potencien sus actividades y oportunidades a través de la alfabetización digital y los nuevos conocimientos adquiridos para desenvolverse en un mundo cada vez más digitalizado.
La Iniciativa NANUM Mujeres Conectadas, es un proyecto trinacional (Argentina, Bolivia y Paraguay) co-financiado por el BID Lab, el Laboratorio de Innovación del Banco Interamericano de Desarrollo, implementado por la Fundación Avina, en alianza con la Fundación Gran Chaco en Argentina, Grupo Sunu en Paraguay y NATIVA en Bolivia bajo el respaldo de Redes Chaco y el Colectivo de Mujeres que propone facilitar el acceso a la conectividad de 5000 mujeres en 40 comunidades rurales aisladas del Gran Chaco Americano para el fortalecimiento de sus organizaciones, la adaptación al cambio climático y el escalamiento de la innovación en la región.