El proyecto hidroeléctrico Carrizal plantea el aprovechamiento de las aguas del río Camblaya a la altura del cañón del Pilaya, para la generación de energía eléctrica, mediante el embalsamiento de sus aguas con una presa, un túnel de aducción, una tubería forzada y la casa de máquinas.
Gran Cañón del Pliaya, el sexto más profundo del mundo
Ante esta propuesta, creemos necesario hacer algunas consideraciones importantes con respecto a la inviabilidad de este proyecto ya que, si bien coincidimos en que es vital el cambio de matriz energético y buscar medios de generación de energía alternativos a los combustibles fósiles y ambientalmente menos contaminantes, lo cierto es que existen muchos elementos a analizar a la hora de realizar una mega obra como esta y que presenta impactos a distintas escalas:
- El primer factor a tomar en cuenta es el económico, ya que la inversión estimada para esta hidroeléctrica es muy elevada. Hablamos de cerca de 1.000 millones de dólares contemplados para su construcción y funcionamiento; esta cifra astronómica no se justifica teniendo en cuenta que existen otros proyectos de energías alternativas igualmente factibles, con menor impacto ambiental y a muchísimo menor costo. Tomemos por ejemplo a la Planta Solar Fotovoltaica de Oruro que genera 100MW de energía, el 25% de lo que produciría la hidroeléctrica Carrizal (lo cual sirve para abastecer de energía a toda la ciudad e incluso con un excedente a ser repartido en otros departamentos). Esta planta contó con una inversión de $us 97,4 millones en total, es decir casi 10 veces menos de lo que costaría la represa de Carrizal.
- Solo la preinversión que se hizo para Carrizal, con un costo de 62.627.000 Bs, hubiera servido para ejecutar otros proyectos para el desarrollo de las comunidades, como proyectos de turismo sostenible, apicultura y apoyo a la producción de manera sustentable, entre otros.
- Algo muy importante a tener en cuenta con este proyecto, es que no ha contemplado un problema fundamental inherente a los ríos sobre los que se trabajarán: la sedimentación que se arrastra desde el río San juan del Oro, Camblaya, Pilaya y, finalmente, Pilcomayo. Esto quiere decir que el riesgo de que un proyecto así tenga una vida útil demasiado corta para tamaña inversión es muy elevado, pues la extrema sedimentación que se agravará con la retención del agua puede colmatar la represa en pocos años, como ya vimos en el caso del dique embalse Itiyuro en Argentina, que se colmató totalmente a los pocos años de haber sido concluida.
- En el mismo sentido, si bien el proyecto Carrizal tiene como principal objetivo la producción de energía, se admite que también tendrá un componente de riego para los productores a ambos lados de la rivera del Pilcomayo, en Villa Montes y Yacuiba, contemplando el riego de cerca de 60 mil hectáreas; sin embargo, estas obras adyacentes tampoco contemplan el problema de sedimentación del río Pilcomayo que, de igual manera, puede colmatar los canales de riego que se construyan (de ello se tiene un antecedente claro con el proyecto Provisa). Como ya mencionamos, es posible realizar otros proyectos alternativos que también pueden brindar posibilidades de desarrollo a las comunidades chaqueñas y de manera sostenible. Específicamente en el tema de riego, hay ejemplos de centros de cosecha de agua de lluvia, tanques de geomembrana, implementación de riego a goteo, etc., que están ayudando a paliar el problema de la obtención del agua sin necesidad de hacer grandes construcciones como Carrizal que, además, ingresará en TCO’s Weehnayek y provocará impactos ambientales.
- Finalmente, tampoco debemos dejar de lado que una construcción de gran escala como es una hidroeléctrica, indefectiblemente generará impactos ambientales a diferentes escalas. Primero debemos remarcar que Carrizal planea construirse en el Pilaya, aguas arriba de donde encontramos el 6º cañón más profundo del mundo, que por sí mismo constituye una maravilla natural que puede verse dañada y que alberga la población más austral del Oso Jucumari del continente. Una mega obra como esta que además contempla el emplazamiento de la sala de máquinas justo al frente de la comunidad de Yumasa y del mirador del Gran Cañón, contribuirá directamente a la desaparición de esta importante especie en el lugar por la cantidad de modificaciones y movimientos que se realizarán en toda la zona; además de la afectación, aún no se sabe en qué magnitud, de las poblaciones de cóndores que también habitan en esas montañas, junto a otras especies que cohabitan en el lugar, porque recordemos que romper el equilibrio natural tiene consecuencias muchas veces imprevisibles. Por último, como el caudal del río sufrirá una modificación, también se afectará el ciclo de reproducción de varias especies de peces.
Frente a todas estas consideraciones, creemos necesario que se replantee la construcción de esta hidroeléctrica, la cual traería muy pocos beneficios y, en cambio, grandes consecuencias económicas y ambientales. Definitivamente, es posible encontrar mejores soluciones a los nuevos retos que nos plantea el dejar de depender de los combustibles fósiles.