¿Qué tienen en común los frutos silvestres, la ganadería, la miel, la fiesta de Todos Santos y los grupos de mujeres? Son la base de una gran red de proyectos y sueños relacionados con la producción ecológicamente responsable en el Chaco boliviano que se están materializando con el apoyo de Redes Chaco – Capítulo Bolivia a partir del Fondo de inversión estratégica “Hacia un Chaco Sustentable e Intercultural”. En este artículo conoceremos estos proyectos y entenderemos cómo la vinculación entre las organizaciones aliadas a Redes Chaco que trabajan en el territorio y las organizaciones de base de la región nos acercan al objetivo de tener un Chaco resiliente, incluyente e intercultural a partir del fortalecimiento de sus medios de vida.
Comenzaremos en la Entidad Charagua Iyambae, en Santa Cruz, donde las comunidades Yaraeta, Guariri, Masavi e Igmiri se capacitaron para elaborar jugos, mermeladas y helados con altos estándares de calidad, como forma de prolongar el tiempo de almacenamiento y consumo de frutos silvestres producidos en verano. Estas comunidades pertenecen a la Organización Económica Comunitaria “Recolectores de frutos silvestres REFRUS” de Charagua Norte.
Con el apoyo técnico de CIPCA Cordillera, ahora tienen el objetivo de fortalecer este proyecto mediante el establecimiento de un centro de procesamiento y del Kiosco Saludable “Ikavi Yeye” en el centro educativo de la comunidad de Masavi. Ambos centros funcionarán como puntos de venta de la producción de REFRUS, promoviendo su consumo en niños y jóvenes de las comunidades con el fin de mejorar el valor nutricional de su alimentación. Además, buscan establecer un vivero forestal comunitario para la preservación de plantines de especies nativas.
Y si de relacionar la conservación del bosque con actividades productivas se trata, debemos hablar de la ganadería. Usualmente se considera que esta actividad tiene un alto impacto ambiental, especialmente en relación a la pérdida de biodiversidad y la disminución cobertura boscosa, pero ¿será posible reducir este impacto en el bosque chaqueño? La Coordinadora Ganadera del Chaco Boliviano tiene una propuesta para lograrlo. La estrategia propuesta sugiere incorporar el “Manejo De Bosque Con Ganadería Integrada”, para lo cual es necesario modificar la actual normativa de carga animal que plantea el uso de 5 ha/unidad animal. Esta acción reduciría la presión de la ganadería sobre el bosque chaqueño, a la vez que asegura los medios de vida de al menos 12.000 productores ganaderos de la región.
Así como la Coordinadora busca apoyar a los productores ganaderos mientras se asegura la conservación del bosque, en Villa Montes encontramos otra organización que busca el fortalecimiento de sus socios con la misma óptica de producción compatible con la conservación. Hablamos de la Organización de Apicultores de Villa Montes (OAVM) que, con el fin de fortalecer la apicultura regional, organizó y llevó a cabo la 1ª Fexpo Apícola Nacional y Encuentro Trinacional de Apicultores.
En este encuentro participaron más de 300 productores locales y provenientes de varios municipios y departamentos del país, así como también de las repúblicas de Paraguay y Argentina. El encuentro generó una oportunidad para compartir experiencias sobre mejoramiento genético, comercialización y fortalecimiento organizacional y se realizaron capacitaciones con temáticas de importancia para el sector como la cata de miel y el manejo administrativo del RAU (impuestos).
No podemos hablar de miel sin hablar de flores, pero en este caso nos dirigimos a la comunidad de Tembipe – Campo Largo, en el municipio de Caraparí. En 2013 las mujeres de esta comunidad guaraní iniciaron la producción de hortalizas para autoconsumo, pero con la visión de comercializar el excedente. Esta actividad les hizo notar la alta demanda de flores principalmente para la Fiesta de La Cruz (mayo) y para Todos Santos (noviembre), por lo que iniciaron su producción desde 2014.
Las sequías prolongadas que afectan a toda la región del Chaco ponen en riesgo esta iniciativa que genera alimento e ingresos para la comunidad. Por este motivo, la comunidad busca implementar un sistema de almacenamiento y distribución de agua para lo que cuentan con el apoyo técnico del CERDET. Esta institución también está apoyando la implementación de un sistema similar en la comunidad de Timboy Tiguasu, en el municipio de Yacuiba, la cual igualmente sufre por la falta de agua para el consumo y para la producción de su huerta comunal. El grupo de mujeres de la comunidad estableció la huerta en 2015 para la diversificación alimentaria de la comunidad y para la producción de cultivos propios de la cultura guaraní como el maíz, poroto, maní y anco entre otros.
Siguiendo en el municipio de Yacuiba, otro grupo de mujeres también busca generar oportunidades productivas, pero a partir de la reutilización de residuos sólidos. El CEDIM es una organización que busca apoyar a mujeres en situación de violencia, contribuyendo a generar capacidades que les permitan el acceso al mercado laboral en condiciones de igualdad y con un enfoque de cuidado del medio ambiente. En este sentido, el CEDIM está organizando talleres de reutilización y transformación de residuos con el fin de brindar una opción de emprendimiento verde.
Finalmente, de vuelta en Villa Montes, se están realizando varias actividades en las comunidades con el apoyo técnico de NATIVA. Por un lado, los grupos de mujeres artesanas de la comunidad de Chimeo mejoraron sus técnicas de tejido mediante un taller de capacitación realizado el mes de septiembre. Por otra parte, las comunidades de San Francisco del Inti, Puesto García y Taiguati también reciben apoyo técnico para la construcción de estructuras para lombricultura y almacigueras, con el fin de mejorar su producción y generar mayores recursos.
¿A dónde se dirigen estos sueños? Todos los proyectos se encuentran en ejecución o están finalizando y han fortalecido el trabajo entre las instituciones que son parte de REDES CHACO y las organizaciones de base. A su vez, estas organizaciones ven con optimismo los resultados que van obteniendo y los consideran un primer paso para lograr objetivos mayores que les permitan mejorar sus ingresos, facilitar su acceso a recursos como el agua y, en general, aumentar la resiliencia de las comunidades y agrupaciones productivas del Chaco frente a desafíos mayores, como la reactivación económica post COVID-19 o el cambio climático.
Erika Rengel – NATIVA