En los últimos años los incendios originados por las presiones antrópicas, han sido los causantes de la devastación de millones de hectáreas de bosque natural en el territorio nacional, concentrándose principalmente en el oriente boliviano, esto trae consigo la eliminación total de la cobertura vegetal de ecosistemas complejos que podrían tardar cientos de años en recuperarse, pero que jamás volverán a su composición primaria.
La laguna Sucuará es un patrimonio natural y un área protegida municipal de Roboré y un afluente que alimenta dos comunidades indígenas que se encuentran entre éste y el municipio de Charagua, convirtiéndose en el límite natural entre ellos; esto lo constituye como un cuerpo de agua muy importante para la zona norte del ACIE Ñembi Guasu, al ser la única fuente de agua con la que cuentan propietarios legalmente establecidos, comunidades indígenas y en especial la fauna de la zona. En octubre del pasado año, un predio privado que colinda con la laguna fue afectado en una parte de su margen por un incendio provocado por la mano del hombre, que devastó el bosque de ribera, siendo este el filtro natural que ayuda con la sedimentación y los contaminantes que se escurren a este importante cuerpo del agua; a raíz de esto, y para ayudar con la recuperación de este importante buffer ecológico, nace la idea desde NATIVA, bajo un convenio con el gobierno de Canadá, de reforestar una parte del área afectada.
A mediados del mes de febrero de este año, se comienza la socialización entre el propietario del predio y la autorización del gobierno municipal para poder realizar la actividad, donde con ayuda de maquinaria pesada se logra hacer una limpieza de hierbas, algunos arbustos y plantas trepadoras, que son las primeras especies que componen el nuevo estrato vegetal, apareciendo con las primeras lluvias pero que luego se vuelven un problema cuando no se las controla, esto porque quitan los nutrientes a los plantines y con el tiempo los asfixian al crecer más rápido y por su densa distribución.
Una vez realizada la limpieza del área, se procedió a la medición y delimitación de la misma, donde se realiza el cerramiento perimetral de 8200 m2 para mantener segura la futura plantación de los animales de granja del predio privado y restringir el acceso de personas que transitan los márgenes de la laguna. Se utilizó el método de plantación denominado 3 bolillo, esto debido a que la distribución espacial de plantines a través de este método es la más recomendada para la restauración o reforestación de ecosistemas naturales que hayan sido afectados por cualquier tipo de acción; también se determinó darles un espaciamiento de 5 metros entre plantines para garantizar un buen esparcimiento de copa cuando se encuentren en su etapa madura de crecimiento y no tengan problemas de espacio entre ellos.
Con el método, el área y el distanciamiento, se realizaron los cálculos correspondientes para la colocación de los plantines, los cuales en su mayoría corresponden a la especie de Tajibo (Handroanthus impetiginosus), Cuchi (Astronium urundeuva) y Roble (Amburana cearensis); ya que las tres especies son nativas de la zona y fueron producidas a partir de semillas cosechadas de árboles semilleros que se encuentran dentro del ACIE Ñembi Guasu. A principios de marzo se realizó la plantación con ayuda de 3 guarda parques municipales y, desde la fecha, se realizan los riegos correspondientes 2 veces a la semana debido a las condiciones de sequía que afronta el predio. Posterior al mes de abril se procedió a realizar el riego una vez por semana para rustificar los plantines y que vayan adaptándose al clima árido de la zona; juntamente al riego se realiza el seguimiento de los plantines para tener conocimiento de su adaptación al terreno, hasta la fecha se hizo la reposición de 17 plantines que perecieron por no adaptarse los primero días, se encontraron 176 plantines que sufrieron pérdida de sus hojas por ataques de insectos y quemadura del sol, los cuales están rebrotando y continúan luchando por sobrevivir, y se tuvo un total de 17 plantines robados por personas inescrupulosas.
La recuperación de áreas prioritarias o lugares clave que se encuentran dentro o en los márgenes del ACIE Ñembi Guasu es muy importante, debido a que estas áreas cumplen ciertas funciones ecológicas que, directa o indirectamente, inciden en la recuperación de los ecosistemas. Es importante realizar trabajos de investigación experimentales para poder obtener resultados de los distintos métodos de restauración y así poder recrear los más adecuados en más extensiones y así poder aplicarlos en los complejos conjuntos de ecosistemas que alberga el Ñembi Guasu.